Construyendo una salud mental no heteronormativa donde quepa la diversidad sexual y de género.
Somos una sociedad, la occidental, que ha avanzado en políticas de salud, sociales y legales para las personas LGTBI+. Sin embargo, es necesario destacar que estos avances se han dado, por lo general, desde una óptica normativa e integradora en el sistema dominante donde se plantea un modelo LGTBI propio de las democracias neoliberales de occidente y que no rompe con el modelo sexual y de género normativo. Una óptica que en las consultas hace patologizar a unas personas LGTBI+ y a otras no según los contextos culturales en donde se encuentren, o según como organicen o construyan sus propias opciones de cuerpos, géneros y relaciones sexuales. O que motivan perseguir el objetivo de la normalidad más que encontrar un modo de vivir y de vivir bien.